LOS CIEGOS CON BUENA
VISTA………………
Por: Juan Paulino de
la Cruz López.
Licenciado en Historia.
Estaba por finalizar un siglo de guerras, de pérdidas
humanas, de un país sumido en la derrota dentro de su propio territorio;
liberales y conservadores se repartían el pastel de lo que aún quedaba de los
Estados Unidos Mexicanos. Desde un punto
de partida, me centro en los años de 1876 a 1910 conocidos como el Porfiriato o
Porfirismo, identificados como la dictadura de un gobierno que se mantuvo por más
de 30 años en el poder de nuestra nación. Y a partir de aquí empieza mi
cuestionamiento que ha sobrevivido en nuestro presente siglo.
ORDEN Y PROGRESO.
Se preguntaran y esta frase ¿me parece conocida?, ya
la ¡había escuchado anteriormente! ¡Suena como un slogan de un partido político!
Exactamente a eso me estoy refiriendo esta conjugación de palabras corresponde
al periodo antes mencionado, que el gobierno del Presidente Porfirio Díaz estableció para levantar a un
país en la ruina ¿en qué consistía estas palabras?
Es fácil deducir en referencia al “Orden”. Podemos
ubicarlo en diversos aspectos (político, económico, cultural, social) donde en cada
uno de ellos se estableció este viejo lema. Para que México pudiera
transformarse en una potencia industrial a nivel mundial tenía que dejar atrás
viejos estigmas que fueron importantes en su fundación como una nación
independiente pero que en ese momento, desde la disyuntiva de tener un país
moderno ya no eran requeridas en la culturalizada idea del nuevo mexicano. Adoptar
una cultura europea y dejar atrás nuestras raíces que alguna vez nos heredaron
nuestras sociedades mesoamericanas, dejar de trabajar nuestra tierra y abrirla
al capital extranjero, imponer un tipo de economía industrial cuando nuestro
país no estaba preparado para dicho cambio, la jerarquización de una clase de
obrera y burguesa en las metrópolis; solo son algunos de los estigmas que se
quitaron o se fueron haciendo a un lado.
Ahora teniendo un “orden” en todos estos aspectos, el
gobierno pudo tener un “Progreso” que se pudieron ver reflejados en todo México
y yo lo llamo “la Primera Revolución Industrial”, nuestro país tuvo grandes
cambios, se transformó en una potencia emergente pero ¿cuál fue el costo de
esta transformación? El costo fueron el descontento social que se agudizo no
solo en los sectores sociales, sino que también se presentó en la política que
no existía en esos momentos. Los resultados que
se concretaron llevaron al estallido de una Revolución armada que abrió el
canal para un cambio en la forma de comprender la Democracia Política.
La Revolución Mexicana de 1910, obtuvo dos grandes
logros: el primero fue la creación de una nueva constitución la cual fue
decretada en 1917 y el otro logro fue la creación de un partido que aglomeraba
los diversos pensamientos que existían en la elite política de nuestro país.
Fue llamado PRN, PNR y ahora en es conocido como PRI. Que nació bajo el lema “instituciones
y reforma social”, un partido que nace de las entrañas de quitar un dictador, un partido revolucionario; así nace el viejo
dinosaurio aquel que por más de 70 años consumió un país, ojala la
reencarnación existiera para que grandes líderes como el Gral. Lázaro Cárdenas
o el desaparecido Lic. Luis Donaldo Colosio pudieran implantar su pensamiento
social y populista que necesita su amado PRI.
¿Por qué hablar del Porfiriato, de la Revolución
Mexicana? ¿A que me estoy refiriendo, cuando pronuncio estos acontecimientos? ¿Por
qué hablar de Orden y Progreso? Me parece que el MC. Yasser Leonid Rabadán Castrejón
(catedrático de la Unidad Académica No. 23 “Jacob Nájera Hernández”) como lo
explica de la siguiente manera lo deja claro “tal vez
dentro del mismo concepto a lo que ellos llaman ORDEN quieren que pase
desapercibida su definición en sí y aplicarla de manera axiomática para todos
aquellos que intenten hacer disturbios sociales o inestabilidad política, para
que ya cuando estén bajo el fuero dejen descubierto su verdadero significado el
cual exige un mandato que se debe obedecer sin derecho a réplica, tan olvidados
estábamos ya del Porfiriato que la maquina setentera nos trae el remake
propagandístico del siglo XIX” y es aún más peligroso lo que nos pone en
tela de juicio ¿será que la población
actual después de repudiar al Partido que actualmente tiene hundido al pueblo
ahora lo necesita? ¿Será acaso que como se exilió y llamó a traer a Santa Anna,
como se odio y amo a Porfirio, nosotros como población pensante le concederemos
el poder a la maquina setentera?
Solo son algunas preocupaciones que a muchos nos da
por pensar y nos da temor que sea una realidad de que el “PRI es una cultura
política”. Como el virus que se va propagando en un cuerpo sano, en los últimos
años nuestro estado de Guerrero se ha venido debilitando por este síntoma que
tiene como principal sospechoso a la Política y su democracia concha. Muchos acontecimientos
han marcado a nuestra entidad: muertes a políticos opositores, desaparición y
muerte de estudiantes, represión y muerte a maestros, gobiernos de izquierda
que se transformaron en derechas, el narco gobernando desde una silla
presidencial, cacicazgos en su mejor expresión.
Pero como por arte de magia, como cuando un futbolista
amateur recibe una falta y entran las asistencias a ponerle un poco de agua en
donde fue golpeado; alguna parte de la sociedad se ha olvidado de estos actos
de brutalidad, de autoritarismo, de desaparición forzada, de un terrorismo de
estado. Y con más preocupación es observar ahorita cuando las campañas
electorales han comenzado con los mismos actores de siempre (PRI, PAN, PRD, PV,
NUEVA ALIANZA, CONVERGENCIA, MORENA, entre otros), que hasta aquellos que sus
derechos fueron pisoteados, que fueron golpeados en Acapulco y perseguidos como
delincuentes se manifiesten a favor de
estos representantes populares.
A muchos se nos ha olvidado que “al final pasan por alto el hecho de que las elecciones no son
solamente un proceso para nombrar representantes sino también y sobre todo un
momento en el que el ciudadano manifiesta su sentir con respecto al régimen
político y sus actores” (Votar o no votar, el falso dilema. Rafael de la
Garza Talavera. Sustraído de la página web: rebelión.org).
He visto como hace unos meses atrás personas se
manifestaban en contra del mal gobierno y ahora esas palabras se las llevo el
viento, al igual que a muchos colegas Historiadores han mordido la manzana
pecadora y se han unido a las filas de estos sistemas partidistas apoyando al
color que más les agrade en sus aspiraciones profesionales. Comprender todo
esta que esta sucediendo, masticarlo y después comérselo, no es una tarea muy
sencilla. Leyendo una pequeña reflexión en la revista electrónica rebelion.org,
encontré este artículo titulado Tengo un
amigo priista por Ramón I. Centeno, en el cual nos relata cómo se dio
cuenta que su amigo era simpatizante del PRI y del porque apoyaba a este
partido. En su escrito él nos describe que su amigo le contesta lo siguiente; “el PRI roba pero salpica, mientras yo esté
bien, todo está bien”. Mientras el PRI me salpique un poco de lo que roba,
¡pues todo esta chingon! Palabras que terminando de leerlas me demuestran
que la cultura dentro de los partidos tiende hacia lo mismo.
En estos momentos puedo escuchar, leer, observar lo
siguiente “Paz y Orden para Guerrero”; nuestro estado como muchos le conocen
como Guerrero Bronco por Armando Bartra, cuna de guerrilleros que desafiaron al
sistema y que fueron exterminados por este mismo. Una vez más este lema será aplicado
¿para todos aquellos que intentan hacer disturbios sociales o lograr una
inestabilidad política en nuestra entidad? Los casos como los 43 estudiantes de
Ayotzinapa desaparecidos, la presidencia del narco en Iguala, la represión por
parte del estado a los maestros en Acapulco, serán olvidados y sepultados en
las próximas elecciones.