jueves, 30 de abril de 2015

LOS CIEGOS CON BUENA VISTA

LOS CIEGOS CON BUENA VISTA………………
Por: Juan Paulino de la Cruz López.
Licenciado en Historia.

Estaba por finalizar un siglo de guerras, de pérdidas humanas, de un país sumido en la derrota dentro de su propio territorio; liberales y conservadores se repartían el pastel de lo que aún quedaba de los Estados Unidos Mexicanos.  Desde un punto de partida, me centro en los años de 1876 a 1910 conocidos como el Porfiriato o Porfirismo, identificados como la dictadura de un gobierno que se mantuvo por más de 30 años en el poder de nuestra nación. Y a partir de aquí empieza mi cuestionamiento que ha sobrevivido en nuestro presente siglo.

ORDEN Y PROGRESO.

Se preguntaran y esta frase ¿me parece conocida?, ya la ¡había escuchado anteriormente! ¡Suena como un slogan de un partido político! Exactamente a eso me estoy refiriendo esta conjugación de palabras corresponde al periodo antes mencionado, que el gobierno del Presidente  Porfirio Díaz estableció para levantar a un país en la ruina ¿en qué consistía estas palabras?

Es fácil deducir en referencia al “Orden”. Podemos ubicarlo en diversos aspectos (político, económico, cultural, social) donde en cada uno de ellos se estableció este viejo lema. Para que México pudiera transformarse en una potencia industrial a nivel mundial tenía que dejar atrás viejos estigmas que fueron importantes en su fundación como una nación independiente pero que en ese momento, desde la disyuntiva de tener un país moderno ya no eran requeridas en la culturalizada idea del nuevo mexicano. Adoptar una cultura europea y dejar atrás nuestras raíces que alguna vez nos heredaron nuestras sociedades mesoamericanas, dejar de trabajar nuestra tierra y abrirla al capital extranjero, imponer un tipo de economía industrial cuando nuestro país no estaba preparado para dicho cambio, la jerarquización de una clase de obrera y burguesa en las metrópolis; solo son algunos de los estigmas que se quitaron o se fueron haciendo a un lado.

Ahora teniendo un “orden” en todos estos aspectos, el gobierno pudo tener un “Progreso” que se pudieron ver reflejados en todo México y yo lo llamo “la Primera Revolución Industrial”, nuestro país tuvo grandes cambios, se transformó en una potencia emergente pero ¿cuál fue el costo de esta transformación? El costo fueron el descontento social que se agudizo no solo en los sectores sociales, sino que también se presentó en la política que no existía en esos momentos. Los resultados que  se concretaron llevaron al estallido de una Revolución armada que abrió el canal para un cambio en la forma de comprender la Democracia Política.

La Revolución Mexicana de 1910, obtuvo dos grandes logros: el primero fue la creación de una nueva constitución la cual fue decretada en 1917 y el otro logro fue la creación de un partido que aglomeraba los diversos pensamientos que existían en la elite política de nuestro país. Fue llamado PRN, PNR y ahora en es conocido como PRI. Que nació bajo el lema “instituciones y reforma social”, un partido que nace de las entrañas de quitar un dictador,  un partido revolucionario; así nace el viejo dinosaurio aquel que por más de 70 años consumió un país, ojala la reencarnación existiera para que grandes líderes como el Gral. Lázaro Cárdenas o el desaparecido Lic. Luis Donaldo Colosio pudieran implantar su pensamiento social y populista que necesita su amado PRI.

¿Por qué hablar del Porfiriato, de la Revolución Mexicana? ¿A que me estoy refiriendo, cuando pronuncio estos acontecimientos? ¿Por qué hablar de Orden y Progreso? Me parece que el MC. Yasser Leonid Rabadán Castrejón (catedrático de la Unidad Académica No. 23 “Jacob Nájera Hernández”) como lo explica de la siguiente manera lo deja claro  “tal vez dentro del mismo concepto a lo que ellos llaman ORDEN quieren que pase desapercibida su definición en sí y aplicarla de manera axiomática para todos aquellos que intenten hacer disturbios sociales o inestabilidad política, para que ya cuando estén bajo el fuero dejen descubierto su verdadero significado el cual exige un mandato que se debe obedecer sin derecho a réplica, tan olvidados estábamos ya del Porfiriato que la maquina setentera nos trae el remake propagandístico del siglo XIX” y es aún más peligroso lo que nos pone en tela de juicio ¿será que la población actual después de repudiar al Partido que actualmente tiene hundido al pueblo ahora lo necesita? ¿Será acaso que como se exilió y llamó a traer a Santa Anna, como se odio y amo a Porfirio, nosotros como población pensante le concederemos el poder a la maquina setentera?

Solo son algunas preocupaciones que a muchos nos da por pensar y nos da temor que sea una realidad de que el “PRI es una cultura política”. Como el virus que se va propagando en un cuerpo sano, en los últimos años nuestro estado de Guerrero se ha venido debilitando por este síntoma que tiene como principal sospechoso a la Política y su democracia concha. Muchos acontecimientos han marcado a nuestra entidad: muertes a políticos opositores, desaparición y muerte de estudiantes, represión y muerte a maestros, gobiernos de izquierda que se transformaron en derechas, el narco gobernando desde una silla presidencial, cacicazgos en su mejor expresión.

Pero como por arte de magia, como cuando un futbolista amateur recibe una falta y entran las asistencias a ponerle un poco de agua en donde fue golpeado; alguna parte de la sociedad se ha olvidado de estos actos de brutalidad, de autoritarismo, de desaparición forzada, de un terrorismo de estado. Y con más preocupación es observar ahorita cuando las campañas electorales han comenzado con los mismos actores de siempre (PRI, PAN, PRD, PV, NUEVA ALIANZA, CONVERGENCIA, MORENA, entre otros), que hasta aquellos que sus derechos fueron pisoteados, que fueron golpeados en Acapulco y perseguidos como delincuentes  se manifiesten a favor de estos representantes populares.

A muchos se nos ha olvidado que “al final pasan por alto el hecho de que las elecciones no son solamente un proceso para nombrar representantes sino también y sobre todo un momento en el que el ciudadano manifiesta su sentir con respecto al régimen político y sus actores” (Votar o no votar, el falso dilema. Rafael de la Garza Talavera. Sustraído de la página web: rebelión.org).

He visto como hace unos meses atrás personas se manifestaban en contra del mal gobierno y ahora esas palabras se las llevo el viento, al igual que a muchos colegas Historiadores han mordido la manzana pecadora y se han unido a las filas de estos sistemas partidistas apoyando al color que más les agrade en sus aspiraciones profesionales. Comprender todo esta que esta sucediendo, masticarlo y después comérselo, no es una tarea muy sencilla. Leyendo una pequeña reflexión en la revista electrónica rebelion.org, encontré este artículo titulado Tengo un amigo priista por Ramón I. Centeno, en el cual nos relata cómo se dio cuenta que su amigo era simpatizante del PRI y del porque apoyaba a este partido. En su escrito él nos describe que su amigo le contesta lo siguiente; “el PRI roba pero salpica, mientras yo esté bien, todo está bien”. Mientras el PRI me salpique un poco de lo que roba, ¡pues todo esta chingon! Palabras que terminando de leerlas me demuestran que la cultura dentro de los partidos tiende hacia lo mismo.


En estos momentos puedo escuchar, leer, observar lo siguiente “Paz y Orden para Guerrero”; nuestro estado como muchos le conocen como Guerrero Bronco por Armando Bartra, cuna de guerrilleros que desafiaron al sistema y que fueron exterminados por este mismo. Una vez más este lema será aplicado ¿para todos aquellos que intentan hacer disturbios sociales o lograr una inestabilidad política en nuestra entidad? Los casos como los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, la presidencia del narco en Iguala, la represión por parte del estado a los maestros en Acapulco, serán olvidados y sepultados en las próximas elecciones. 

domingo, 14 de septiembre de 2014

UN SEPTIEMBRE NEGRO…….
Por: Juan Paulino de la Cruz  López.

A un año de las inundaciones de los días 15 y 16 de septiembre del 2013 en el municipio de Benito Juárez.

Eran las 8 de la mañana  y los tambores de la banda de guerra de la primaria Constitución ya empezaban a sonar, se estaban preparando para el desfile conmemorativo del 16 de septiembre. Por toda nuestra cabecera municipal de San Jerónimo, podías escuchar los preparativos de las diferentes escuelas de la educación básica y media superior.
Fue una semana diferente para todos en nuestro poblado, las clases apenas comenzaban, los ímpetus y las alegrías de todos los jóvenes desbordaban nuestras aulas de clases (kínder, secundarias, prepas, bachilleres). El pueblo se preparaba para un puente más, muchas familias esperaban a sus familiares foráneos que habían decidido visitarlos ese fin de semana.
Hasta podríamos decir que el clima era favorable, no hacía calor, el final de  verano se estaba acercando y las lluvias nos recordaban esa humedad costeña que caracteriza a nuestro poblado, el verde bañaba todas las huertas que nos rodean, aquel folklor verdoso costeño era maravilloso.
Mientras la vida comerciante seguía su curso, nuestro clima nos estaba preparando una sorpresa sobre su fuerza y su poder como fenómeno natural. Lamentablemente la información sobre la formación de las tormentas Ingrid (Océano Atlántico) y Manuel (Pacífico), para algunos no les tomo tanta importancia, para otros fue un aviso para preparar sus casas en caso de inundaciones.
Recordemos que la Costa Grande durante su historia ha presenciado y vivido, diferentes fenómenos naturales. Como lo menciona don Luis Hernández Lluch “el 28 de septiembre de 1865 comienza a llover sin cesar, continuando toda la noche amanecer 29 y el estado era igual, en la tarde de ese día, fue la gran avenida del río Atoyac, que sus aguas arrastraron la Fábrica de Hilos de Atoyac, propiedad de una familia Bello, aquí arrasó a los barrios de Huertecilla, Popotle (el Popote), Santa Rosa, y parte de Barrio Nuevo. Su cauce original era donde está en la actualidad la gasolinera de la familia Arzeta. Retirando hacia el poniente, se encuentra hoy, dejando un gran banco de arena mezclado con limo en la parte izquierda del río donde posteriormente se instalaron nuevos núcleos de población que llevan el nombre de los Arenales”[1]
El más recordado sin lugar a dudas fue aquel conocido como la “Tormenta Tara. La noche del 10 de noviembre de 1961, comenzó a llover, era una lluvia leve y la brisa que la acompañaba jamás la habíamos sentido”, recordó Raumel Mena, habitante de la comunidad de Nuxco y sobreviviente del paso del ciclón Tara, recordado como el más agresivo de la historia de la Costa Grande, que hace 47 años ocasionó la muerte de 500 personas y desapareció 70 por ciento del poblado”. [2].
Mi abuelo Hilario de la Cruz recuerda muy bien esa tormenta, sin embargo en sus historias el relata del Huracán Beulah “en el mes de septiembre, azotó el ciclón “Biula” tan fuerte como el “TARA”, siendo menos los estragos que causó en esta región”[3],  que fue más destructivo (pero las investigaciones mencionan este huracán en el golfo de México del 20 al 22 de septiembre de 1967) por lo que sus afirmaciones resultan un poco confusas.
La calle principal de nuestro poblado (San Jerónimo) se lucía con un color tricolor verde, blanco y rojo; en el zócalo los comerciantes ocupaban sus puestos que cada año son asignados para ellos, los templetes para la fiesta después del grito de Independencia estaban listos para amenizar a los sanjeronimeños y sus visitantes.
Todo un festejo se había preparado jóvenes, niños, ancianos, señoras, familias; esperaban ansiosos el 15 de Septiembre del 2013. Para muchos sería su primera vez en un desfile o participar en el evento (en algún baile folclórico, presentando alguna obra de teatro o tocando algún instrumento).
Para la juventud un poco más grande de entre unos 20 a 30 años, el fin de semana también era muy esperado pues anunciaba la pelea boxística del Canelo Álvarez vs Mayweather, la cual era esperada por todo el año.
El fin de semana largo había llegado, la mañana del sábado fue común y corriente amaneció lloviendo fuerte, sin embargo era normal estábamos en verano y en septiembre donde las lluvias son más frecuentes en la costa. Durante la mayor parte del día siguió lloviendo; la incesante lluvia desapareció como a las 4 de la tarde. En mis planes tenía pensando pasar el fin de semana en el puerto de Acapulco, habíamos planeado ver la pelea de box en algún bar del puerto; pero los planes cambiaron con la lluvia.
A partir de las 16 horas, la lluvia tomó un descanso y durante el resto del día no volvió aparecer, sin embargo el cielo se encontraba totalmente nublado como esperando que una aguja o un alfiler picara a las nubes para volver a llover de nuevo.
Una noche húmeda…………..
La noche del 14 de septiembre era un poco fresca, el olor húmedo a tierra mojada se sentía en nuestro poblado y la lluvia comenzaba a caer de nuevo. Algunos vecinos del poblado de las Tunas (municipio de Benito Juárez) cuentan que el nivel del agua en el cauce del río había comenzado a subir desde la tarde, pero que el sábado en la noche el río Atoyac estaba por desbordarse en esta comunidad por las constantes lluvias en la sierra de Atoyac.
Muchos jóvenes como es costumbre en San Jerónimo acudieron al zócalo donde se reúnen para pasar un buen sábado y buscar al mismo tiempo un bar donde ver la pelea de box. Sin embargo la lluvia se hizo sentir más fuerte, obligando a algunas personas quedarse en sus casas.
La noche transcurrió tranquilamente aquí en San Jerónimo, sin embargo en las Tunas el nivel del río se había desbordado los habitantes de este poblado comenzaron a guardar sus pertenencias en lugares más elevados (aún metro de altura, que es lo máximo que había subido el nivel en los pasados desbordamientos).
Me dirigí un rato a observar la pelea en un bar conocido, al regresar a mi casa eran casi las 3 a.m. La lluvia comenzaba a caer de nuevo, hasta ese momento para algunas personas todo era normal pero en la mañana la naturaleza nos tendría preparada una sorpresa y al mismo tiempo un gran espectáculo de su poder y dominio contra nosotros.
Domingo 15 de septiembre. Día del grito.
Era un atípico domingo en la mañana, había mucho ruido, en las calles mucho murmullo, muchas voces susurrando; algo estaba pasando en el poblado. El cielo se encontraba nublado, pero no estaba lloviendo. De repente escucho a mis hermanos “Varinia” y “Giuseppe” diciendo vamos a ver el río, que se salió (como aquí decimos) y se suben a las bicis y se van a dar una vuelta.
Muchos sabemos que cuando el río se desborda siempre es para las zonas bajas de San Jerónimo como la colonia Huizache o para los poblados de tunas y hacienda.


Imagen del Río Atoyac. Tomada desde el puente de San Jerónimo el día 15 de Septiembre.

A las 11 de la mañana salgo a comprar algo y me doy cuenta que mucha gente está pasando rumbo al centro con mucha prisa, entonces escucho a mi madre decir que el río se encontraba en la calle progreso ¡que en el mercado da a la rodilla! Sin pensarlo dos veces, me subo a mi bici y me dirijo al centro al llegar al zócalo mi asombro fue más de lo que había imaginado. La calle Principal Progreso parecía un canal por la cantidad de agua que se encontraba ahí, posteriormente me dirigí hasta la entrada de San Jerónimo y pude comprobar que las exageraciones de mis hermanos resultaron ser ciertas.

Calle principal Progreso. Domingo 15 de Septiembre del 2013.

Autobuses, autos, motos, camiones todos detenidos por que el puente que nos comunica se había cerrado para la circulación (solamente carros pequeños, motos o personas a pie, podían pasar). Los trabajadores de CFE hacen hasta lo imposible por cortar algunos cables que podrían ocasionar algunos daños, el nivel del río era algo asombroso nunca había visto algo así.
Lamentablemente el muro que se había construido como cauce no soporto tanta presión fluvial  y se rompió en dos partes: la primera se presentó cerca del puente a unos cuantos metros provocando las inundaciones por completo de las calles Industria y Progreso; la segunda cortadura fue donde los habitantes locales conocen como “camagua” provocando las inundaciones de la colonia Huizache, Acapulquito, Solidaridad, Libertad  y provocando grandes daños en la comunidad de las Tunas.
Algunas personas mayores manifiestan que el río reconoció su antiguo cauce y si podemos observar una fotografía de principios del siglo XX, donde el poblado de San Jerónimo solo llegaba hasta una calle más abajo del mercado local y en el otro extremo llegaba atrás de lo que hoy es el salón chendos, todo lo demás era el curso natural del río.
San Jerónimo en la primera mitad del siglo XX.

Recuerdo (aunque no de manera exacta el año si fue el 2010 o 2011) una precipitación el mes de enero que duro como dos o tres días lloviendo, durante esos días el río creció de una manera asombrosa, aumentando su cauce el doble de su tamaña. Algo curioso fue que a mitad del río quedaron atrapados unos caballos que me tocó verlos cuando me dirigía a la ciudad de Atoyac. Este crecimiento del río tal vez fue un aviso de lo que ocurriría dentro de unos años.
Una tarde de preocupaciones, lamentos, pánico pero también de apoyo humano…
La tarde del domingo 15 de septiembre la mayor parte de San Jerónimo se encontraba bajo el agua (solo las colonias Tiesto,  San José y Loma Bonita no sufrieron inundaciones por encontrarse ubicadas en las partes altas del poblado).
El zócalo local parecía una isla flotando bajo el agua fría y lodo, pedazos de barro, de casas, arboles, rocas chocaban bajos tus pies. Desde este punto podías observar como las colonias más bajas recibían este impacto de la naturaleza.
Zócalo de San Jerónimo de Juárez. Domingo 15 de Septiembre del 2013.

A pesar de que muchas personas se paralizaron por este fenómeno y algunas otras al no ver, instrucciones por parte de las autoridades (y es fácil de entender que ante tal magnitud de desastre, un gobierno que nunca había tenido la experiencia en estos casos tardaran en reaccionar)  decidieron formar grupos para auxiliar a las familias que se encontraban atrapadas en sus hogares. Estos héroes anónimos como Arturo (el turi), Juan Luís, Carlos (la chiquita), Javi (el taco), Antonio Galeana, los hermanos Ali y Maneli, el Cura, Domingo, el síndico Álvaro (Bari), el Dr. Fortino, Mario (la Boa), Irving (Yuyi) y muchas más personas que participaron como socorristas en plena inundación.
Me toco observar como varias persona de la tercera edad fueron rescatadas en la colonia solidaridad donde el agua se encontraba a una altura de 1.60 metros y con mucha fuerza en su corriente. Al empezar a recorrer el pueblo con mi hermano Giuseppe y mi tío Smaikel, nos empezamos a dar cuenta de lo que estaba ocurriendo en las demás colonias, el curso de nuestro recorrido nos llevó atrás del centro de salud y empezamos adentrarnos en esa agua color chocolate y pegajosa por tanto lodo. Los socorristas usaban con ayuda de riatas que amarraban de los postes de luz y se agarraban de ahí para sostenerse: la mamá de santitos, la estilista Marbella y otras personas más de esa colonia recibieron la ayuda de estos héroes locales.
Más abajo (en la Colonia Huizache) era casi imposible acceder, sin embargo esto no detuvo a estos héroes locales que ayudados con pangos, lanchas, cayacs siguieron rescatando durante toda la tarde de aquel 15 de septiembre.
Desde la zona baja del poblado no se podía observar de manera clara la realidad que estábamos viviendo, pero desde el llamado “cerro de las piedras cuatas” la naturaleza nos dejaba ver su espectáculo: de como las nubes solo giraban en forma de circulo desde el pez vela hasta la ciudad de Atoyac, de ver como la lluvia empezaba de sur a norte era todo una belleza observar eso, de mirar como las nubes formaban como una especie de remolinos que bajaban hacia las palmas y después volvían a subir y esto fue visto por mi hermano Giuseppe de la Cruz y mi tío Miguel Ángel de la Cruz Benavides (Smaikel), quien junto con ellos recorrimos toda la colonia loma bonita y el cerro loma pelona y pudimos observar este fenómeno meteorológico.
Imagen tomada desde el Cerro de las Piedras Cuatas, el domingo 15 de septiembre.

También observamos una neblina que invadió los cerros como a las 17:00 horas, lo cual fue algo muy extraño para nosotros que siempre estamos acostumbrados al intenso calor costeño. A las 19:00 horas del 15 de septiembre, el nivel del agua dejo de subir (algunos vecinos de mi colonia el Tiesto, se sentían preocupados pues el nivel del agua alcanzo un punto que no se había visto jamás).
Fenómeno observado: como las nubes descienden en forma de remolinos.

San Jerónimo se sumió en un silencio profundo, la noche estaba a punto de alcanzarnos, no había luz eléctrica y eso preocupaba aún más, muchas familias que sus casas se encontraban bajo el agua y lodo, se refugiaron en las colonias no afectadas. En sus rostros había preocupación, tristeza, pena, inseguridad, dolor por todo lo que estaba ocurriendo no podían aceptar que esta tragedia estuviera pasando. Mi colonia estaba inundada de carros, de personas que buscaban alimento, de gente que pedía un alojo, que buscaban alguna ropa limpia debo reconocer que la solidaridad y el apoyo humano que les brindaron a estas personas es algo que hay que reconocer, así como a todas esas personas en todo el poblado que lo hicieron.

El día después del mañana…………..
Aún recuerdo como si fuera hoy, al medio día del 17 de septiembre llegó mi padrino “Anabel” (la chaca) quien con su familia viven en el poblado de las tunas se sentó en una silla, se veía cansado y desvelado entonces comenzó a narrarnos con una voz desgastada y con lágrimas en sus ojos rojos  nos decía “nos hemos salvado de milagro, lo que ocurrió anoche nunca lo había vivido, nunca había pasado” ya no pudo decir nada más el agua en su casa alcanzó los dos metros de altura: camas, televisores, teléfonos, modulares, dvds, documentos, ropas, zapatos, platos, vasos, bombas de agua, todo lo que tenía en su casa lo perdió en una noche.
Lo que sucedió los días siguientes todos los sabemos, lo vivimos, lo sentimos, lo observamos: “75% de los hogares y población sufrieron inundaciones, 53 viviendas fueron derrumbadas en su totalidad. Las comunidades más afectadas fueron San Jerónimo, Las Tunas, Arenal de Álvarez, Arenal del Centro, Arenal de Gómez, Paraíso Escondido y Hacienda de Cabañas, éstas se encontraron incomunicadas hasta el 18 de septiembre. En el municipio ya operan tres albergues con 995 personas alojadas en ellos. Se tiene la cuenta de al menos 580 ha de cultivos con pérdida total, entre los que destacan el cultivo de maíz, ajonjolí, calabaza de concha o pellejo, sandía, mango, plátano, papaya y coco (copra). Así como afectaciones en potreros, con pérdidas de ganado hasta 2300 cabezas”[4].

Admito que hay muchas historias por contar, cada habitante de nuestro municipio debe de tener alguna anécdota de este fenómeno y al mismo tiempo desastre natural. Esta es mi versión de lo ocurrido de un grito diferente que comenzó la madrugada del 15 de septiembre del 2013.

[1] Hernández Lluch, Luis. Monografía de San Jerónimo. Municipio de Benito Juárez. Págs. 101-102. Edit. Los Talleres Gráficos de la Comisión Editorial Municipal.
[2] Rodolfo Valadez, Luviano. La Jornada Guerrero. A 47 años de su paso, el Tara se llevó a 500 de la Costa Grande. Miércoles 12 de Noviembre del 2008.
[3] Hernández Lluch, Luis. Monografía de San Jerónimo. Municipio de Benito Juárez. Pág. 104  Edit. Los Talleres Gráficos de la Comisión Editorial Municipal.
[4] Noticias Koman Ilel.org [GUERRERO] Reporte desde la Costa Grande.